¿Conocéis a mucha gente que haya dejado de frecuentar restaurantes, bares, asadores, cafeterías y demás por la aplicación de la “Ley Antitabaco”? Yo la verdad es que no. Ni uno. En cambio sí conozco a mucha gente encantada con la aplicación de la medida en cuestión. “Ahora mi pelo no huele a tabaco”, “ahora mi ropa no huele mal”,… Esos son los típicos comentarios que escucho. Pero esto es como todo. En este caso, la mayoría creo que la apoya, y una minoría está en su contra.
¿Mi opinión? Es una salvajada.
Me explico…
Es una salvajada la falta de criterio que se ha tenido para llevar a cabo algo necesario como es preservar la salud de los fumadores pasivos. El que sí quiera fumar es su elección. De hecho es un producto legal… Una salvajada entonces, ¿por qué?