Falcon Crest.

En la web de Libertad Digital publican hoy una noticia referente al abuso de nuestro Gobierno en gastos públicos para gastos particulares. Sí, sí, el mismo Gobierno que se saca de la manga la inteligentísima medida de reducir la velocidad en nuestras autovías para reducir nuestro gasto en petróleo –en el post “De 120 a 110 km/hora… ¿Cuánto vale el tiempo?” explico mi visión de esta medida. Por cierto, parece que la previsión de gasto inicial de 240.000 € para modificar las señales horizontales puede que se vaya hasta los 800.000 €. Seguro que será mucho más…–. El mismo Gobierno que parece ser que está planteándose subvencionar el cambio de neumáticos para ahorrar, según he escuchado en la noticias, la cantidad de 0,3 litros por cada 100 kilómetros (sólo voy a decir que para compensar el gasto de unos  400 € por coche en ponerle 4 nuevos neumáticos eficientes ese coche debe recorrer unos 102.500 kilómetros para ahorrarse en combustible esos 400 €)

Saca, o más bien recuerda, esa web a la palestra datos del uso y abuso que nuestro Gobierno realiza de los aviones Falcon de la Fuerza Aérea Española. Llama la atención tres viajes realizados a Bruselas por tres ministros distintos… el mismo día… y con sólo media hora de diferencia. Según la noticia, no sé si es un dato verídico, un minuto de vuelo del aparato sale por unos 83 €.

Tomando como cierto el dato del coste y suponiendo 2 horas y 15 minutos de vuelo por cada “juguetito”, sólo en llevar a nuestros tres ministros los españoles nos costó a todos en esos 135 minutos la nada desdeñable cantidad de 33.615 €, ¡unos 15.000 € la hora!, sin hablar del supuesto gasto de recogida en el aeropuerto de Bruselas en un coche de alta gama, etc.

Aunque sea un tema ya "visto" el de los avioncitos, los cochecitos, las comiditas, los regalitos y demás, no me cansaré de decirlo. Si estos datos, y otros de la misma índole, publicados son ciertos vergüenza tendría que darle a cada uno de los derrochadores de nuestro Gobierno, de nuestros políticos. LADRONES es la única palabra que se me ocurre. ¡Qué fácil es gastar cuando paga otro amigo!

Pero como roban con traje y corbata, y no directamente en nuestros bolsillos, pues miramos a otro lado.

¿Qué harías si pillas a alguien robándote un billete de 20 € de tu bolsillo?

No estaría mal cambiar el nombre del Palacio de La Moncloa... ¿Qué tal Falcon Crest?

Andrés.