viernes, 11 de febrero de 2011

La salvaje “Ley Antitabaco”


¿Conocéis a mucha gente que haya dejado de frecuentar restaurantes, bares, asadores, cafeterías y demás por la aplicación de la “Ley Antitabaco”? Yo la verdad es que no. Ni uno. En cambio sí conozco a mucha gente encantada con la aplicación de la medida en cuestión. “Ahora mi pelo no huele a tabaco”, “ahora mi ropa no huele mal”,… Esos son los típicos comentarios que escucho. Pero esto es como todo. En este caso, la mayoría creo que la apoya, y una minoría está en su contra.
¿Mi opinión? Es una salvajada.
Me explico…
Es una salvajada la falta de criterio que se ha tenido para llevar a cabo algo necesario como es preservar la salud de los fumadores pasivos. El que sí quiera fumar es su elección. De hecho es un producto legal… Una salvajada entonces, ¿por qué?

Poneros en la piel de un restaurante de un cierto tamaño. Recordaréis que hace pocos años una ley les obligó a realizar reformas en sus locales para habilitar una zona reservada para SÍ fumadores. Hubo empresarios que lo tuvieron fácil. Por la distribución de sus locales era cuestión de levantar un tabique, poner una cristalera o una pared de yeso laminada. Pero muchos otros debieron acometer reformas más profundas en sus locales para cumplir con la ley. En definitiva, un gasto considerable que soportar sí o sí.
Seguid en la piel de ese empresario. ¿Qué cara se os quedaría cuando ahora os dicen que el dinero que os gastasteis para cumplir una ley ya no vale para nada porque el gobierno se lo ha pensado mejor y ha realizado una modificación o una nueva ley que manda la anterior al olvido? Pues sí, cara de…
No puedo entender la falta de previsión y la falta de sensibilidad del gobierno hacia esos empresarios que gastaron su dinero para nada. Ya que esos empresarios tuvieron que realizar esa reforma no veo el problema que hay en mantener durante un tiempo más la autorización al uso de las mismas. Otra cosa distinta son los locales sin esas zonas "especiales".
Si tan en contra del tabaco está el gobierno, cosa que me parece loable, ¿por qué no declara ilegal la venta del mismo? O mejor aún. Que declare legales la venta de otros tipos de drogas que mueven millones de euros, con lo que los ingresos por los impuestos procedentes de la venta de las mismas sería un pellizco más que cuantioso para las arcas públicas -que tienen de públicas bastante poco, por cierto-.
Poderoso caballero es Don Dinero.

Andrés.

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