TVE debería encargarse de que documentales como este se publiciten tanto o más que programas del corazón o partidos de fútbol. Pero como esto parece el circo romano, donde entretener a las masas con toterías es lo que cuenta... y es lo que demostramos que nos interesa según las audiencias (si es que estas no están adulteradas...), pues documentales como este pasan inadvertidos.
Es largo, pero merece la pena.
¡A ver a quién no le ha pasado lo de la impresora! ¡Diría que incluso el mismo modelo del video!
Andrés.
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