miércoles, 22 de diciembre de 2010

Ovejas, lentejas y personas.


Hay retos en el día a día que a priori son fáciles de superar. Os habrá pasado más de una vez. Recibes una propuesta y piensas que está “chupao”. Ayer me propuso una “twitter-amiga” resaltar en un post las cosas buenas que veo hoy en día en nuestra sociedad, en contrapartida de algunos hechos que critiqué en el post “Doctor, ¿qué me pasa?”
Pues está jodida la cosa pero lo voy a intentar.
Como conjunto, como sociedad, dejé claro que veo que los buenos valores de la vida están pasando a la historia. Me cuesta mucho en un ejercicio objetivo marcar los aspectos positivos que nos unen hoy en día. Si acaso algunas formas de manifestación conjunta en defensa de algo, que tan pronto como termina pasa al baúl de los recuerdos.
Cosas puntuales, sí. Pero poco más. Si miro en conjunto, si miro de forma global, no veo mucho bueno.
Otra cosa bien distinta es si me centro en las personas, pero de forma individual. “¡Qué tontería!”, dirán o diréis. Pues no amig@, ninguna tontería. Como individuos sí veo cosas positivas y valores loables. Pero cuando nos unimos como conjunto, salvo casos excepcionales, somos como un rebaño de ovejas… y como animales nos comportamos. Decir “es que todo el mundo lo hace…” es nuestra coartada como parte de la suciedad. Perdón, de la sociedad. Como conjunto abandonamos la razón, el pensamiento, y la buena dirección. Nos dejamos guiar por el pastor de turno, aunque nos lleve directo al precipicio. Como somos animales “tiramos pa´lante” y ya está.
Pero si separo las ovejas una a una del rebaño sí creo que le mayoría aplastante se convertirían en personas, con lo que pasamos a ser racionales. Sí creo que la persona es buena por naturaleza, salvo excepciones. Pero también creo que todos tenemos muy débil las defensas de nuestro sentido del bien y del mal, de lo correcto e incorrecto, de lo justo y lo injusto, cuando pasamos a formar parte del rebaño. Tal vez el Actimel ayude también a esas defensas… La ya mencionada excusa “es que todo el mundo lo hace…” nos auto exime de responsabilidades.
No voy a redactar pues una relación de aspectos positivos. Las personas en sí como individuos es el lado positivo de la sociedad, teniendo presente que siempre hay ovejas negras.
¿Una solución? Creo que no se suele hacer ya, al menos cuando yo cocino no lo hago, pero ¿recordáis cuando nuestras abuelas iban a preparar un plato de lentejas? Antes de echarlas a calentar separaban las que tenían mal aspecto o eran “piedras” del resto para que saliera un plato perfecto. Difícil hacerlo en sociedad, pero es el ejemplo. Una vez que las “piedras” se mezclan con las lentejas buenas, aunque sean minoría, podían estropear la comida.
Detectar y apartar a la minoría que estropea al resto es trabajo de todos. Los avariciosos, los egoístas, los corruptos, los que infringen las leyes fundamentales (los derechos humanos, la Constitución), son las “piedras” que tenemos en el plato. Es muy difícil y todos caemos en la trampa de mirar para otro lado en vez de denunciarlos, ya sea unas veces por no querer meternos donde no nos llaman, otras por miedo a represalias, otras porque los vemos como seres poderosos e intocables y otras veces porque “ya pasamos tres kilos de todo”.
Así que amiga, aspecto positivo: la persona como individuo. Casi 7 mil millones de aspectos positivos en el mundo. No está mal, ¿no?

Andrés.

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