viernes, 24 de diciembre de 2010

El invitado sorpresa.


Hay fuerzas inexplicables en la vida. Tal vez los científicos le busquen un por qué a todo, pero esta en concreto no es una ciencia exacta. Hablo del amor. Del invitado sorpresa.
Cada uno tiene su historia, su vida. Cada uno vive el amor a su manera. Pero si para saber si es amor tienes que usar la razón para dar una respuesta, olvídate, eso no es amor.
El amor no se encuentra. No lo puedes buscar. Es magia. Es invisible. Indetectable si intentas ser tú quien le de caza. Él es quien entra en ti, quien te elige. Además, el amor no pide permiso. Algunos tienen la suerte de que les toque el premio gordo de la lotería… pero muchos más tienen o tenemos la suerte de haber sido premiados por el invitado sorpresa. Ese es el premio gordo de la vida. Que te toque y que sepas disfrutarlo.

Dentro del amor uno piensa a priori sólo en el amor de pareja. El amor es más grande que eso. El amor puedes sentirlo por mil cosas. Tu pareja, tu familia, tus amigos, una vocación, una actividad, una forma de expresión artística, una mascota,… ¡Hay tantas cosas por las que se puede sentir amor!
“¿Por qué llamas amor a un sentimiento que se tiene sobre cosas tan distintas?” puedes pensar…
El amor es eso que te cambia la cara. Que te da vida. Es lo que te hace sentir. Da igual hacia donde se dirijan los focos del amor, hacia que aspecto de nuestra vida. En nuestro día a día tan acelerado tal vez no nos damos ni cuenta de esas cosas que amamos. La rutina te convierte en un artilugio automatizado que se levanta, come, trabaja, come, trabaja, come y se acuesta. Así un día. Y otro. Y otro. Y…
El amor es felicidad y para “verlo” hay que pararse a apreciarlo.
Cuando es amor por una pareja llega como un tornado que todo lo arrasa. Es muy fácil detectarlo cuando hace presencia. Es un flash que ilumina tu vida en una dimensión distinta. Cuando pasa el tiempo tienes que cuidarlo, que detenerte en mimarlo. Si es amor no te cuesta esfuerzo alguno alimentarlo y conservarlo. Todo fluye natural.
Cuando es por una pasión o una actividad, puede que su invasión en ti sea más sibilina. Poco a poco va creciendo dentro de ti, se instala en tu corazón casi sin hacer ruido. No sabes cuándo ni dónde ni por qué. Amas hacer un deporte, pintar, escribir, leer,...

Todos los amores tiene un algo en común. Cuando lo disfrutas, cuando lo practicas, cuando lo estudias, cuando lo observas, cuando lo sientes... te cambia la cara, te da vida, te hace ser feliz. Te lleva a “otro mundo”.
Perdemos tanto tiempo en banalidades que olvidamos lo más importante, el amor por…
Deberíamos ser capaces de parar un poco en nuestro día a día, parar en la rutina que nos lleva a vivir como máquinas de una fábrica de producción en cadena. Debemos valorar y disfrutar del invitado sorpresa, porque él te da la vida. El amor te da la felicidad.

Andrés.

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