martes, 21 de diciembre de 2010

Señorías, una muestra de dignidad.


Queridos Reyes Magos,
¡Ups! Me he equivocado… 
Queridas señorías (senadores y diputados),
Quisiera haceros una pregunta acorde al tratamiento lingüístico por el que se os nombra a todos vosotros, “señorías”. Pero antes unas explicaciones pesadas pero necesarias para entender mi pregunta.
El diccionario de la RAE nos explica como primera acepción del término “señoría” lo siguiente: “Tratamiento que se da a las personas a quienes compete por su dignidad.” Un breve análisis de la descripción.
Aclara que se trata de “personas”. Persona, en términos de filosofía, significa “supuesto inteligente.” Ojo al dato, como diría aquel…
Compete.” De competir (que es lo que a diario hacen nuestros políticos...), disputa o contienda entre dos o más personas sobre algo” u “Oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa.” De competente, “Pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.” También se asocia al término incumbencia: “Obligación y cargo de hacer algo.”
Dignidad.” Se explica esta palabra como “cualidad de digno”, “Excelencia, realce”, “Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse”, etc. ¿Cómo? Ah, perdón. Sí, se me pasaba aclarar una palabra importante que aparece aquí, digno. “Merecedor de algo”, “Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo.”
Aclarados varios términos, ahora sí, quiero formular mi pregunta… sobre esta información que acabo de leer.
A uno, que le guste ver las informaciones que se dan en todos los bandos y medios, le sorprende, no por desconocimiento, si no por recordatorio, leer una noticia como la que títula el diario ABC “El Congreso blinda las pensiones doradas de Diputados y Senadores.” Resalta además que “con solo siete años de actividad parlamentaria, sus señorías mantendrán el derecho a cobrar el 80% de la pensión.” Y adjuntan este cuadro explicativo:


Ahí va mi pregunta, señorías:

Os pregunto a ustedes, seres inteligentes, personas idoneas para intervenir en un asunto determinado, que ostentan la cualidad de dignos, ¿que les hace ser merecedores del privilegio que recoje la gráfica con respecto al resto de los trabajadores de este país?

¿Acaso ven proporcionado el "mérito" de ocupar el puesto en cuestión para necesitar menos tiempo de trabajo que les hagan merecer, valga la reburrondancia -aclaración para sus señorías: término inventado que viene a ser algo así como redundancia pero utilizado de forma irónica para aclarar que soy uno más de los ciudadanos que toman por burros ignorantes y conformistas-, por sólo 7 años cotizados la recompensa de percibir el 80% de la pensión cuando cualquier mortal de este país necesita cotizar 15 años para poder tener derecho a tan sólo el 50% de la misma?

Debe ser que cuando se reunen ustedes -seres sagrados que miran por el bien de todos nosotros, los pobres idiotas que todo lo aceptamos y que todo nos tragamos- para decidir la aprobación de las leyes, piensan que efectivamente al pueblo nos da igual ocho que ochenta, o simplemente se pasan por el forro de los bajos los términos igualdad, justicia, honradez, dignidad,...

Si os quedara algo de esos valores os sentarías mañana mismo para aprobar una ley que os coloque en la misma situación que al resto de la ciudadanía.

Está claro que no pasará. No tenéis dignidad para hacerlo.


Andrés.

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